¡Un rotundo sí! Solo debes tener las mismas precauciones que cuando introduces un nuevo alimento en su dieta o usas un determinado producto por primera vez.
Por lo general, le preguntamos al pediatra y consultamos la dosis adecuada para la edad y peso de nuestro bebé o niño y en este caso debes hacer lo mismo. Además, te recomiendo que primero hagas una prueba, poniendo un poco de aceite esencial en una pequeña parte de su cuerpo o pidiéndole que lo huela acercándolo a un difusor aromático. Una vez que haz comprobado que no le produce ninguna reacción alérgica o le desagrada el aroma, podrás comenzar a utilizarlo permanentemente.
La seguridad que da la naturaleza
Lo bueno es que hay diversos aceites esenciales que pueden ayudar a tu bebé o niña en el día a día. Uno de los mandamientos que tiene doTERRA es la seguridad, por lo que cada uno de sus productos ha sido probado y testeado en sus laboratorios.
Lavanda, que promueve el sueño reparador y alivia los sentimientos de tensión, para tranquilizarlo y tenga un buen dormir. Un beneficio adicional que le hará muy bien a tu bebé es que alivia las irritaciones ocasionales de la piel.
Incienso, a menudo llamado el “rey de los aceites”, promueve sentimientos de paz y bienestar general cuando se utiliza aromáticamente. Además, apoya a contrarrestar las emociones negativas al cerebro y por otra parte, sirve para raspaduras en la piel.
Manzanilla Romana, puede tranquilizar los sistemas del cuerpo, brindando sensaciones de de calma y relajación, ayudando a alejar los sentimientos negativos, mientras inunda el ambiente con su dulce aroma floral.
Como seres humanos, todos somos distintos y si bien la mayoría no presentamos dificultades o alergias al probar cosas nuevas, un porcentaje de la población puede verse afectado por reacciones no deseadas o no sentir agrado por ciertos aromas ¡Ahora te invito a hacer a tus hijos más felices!
Atentamente, Maestra Esencial.
