Los altos niveles de estrés, a los que estamos sometidos de manera permanente, debilitan nuestro sistema inmune. Todo tiene origen en el sistema endocrino y la liberación de tal o cual hormona. Para que esta máquina maravillosa que es nuestro cuerpo, funcione como un reloj suizo, ellas son liberadas en pequeñas cantidades. Es decir que, un aumento o disminución en su producción hace que tengamos una serie de complicaciones de salud.
El cortisol, la hormona de la supervivencia, es secretado por las glándulas suprarrenales. Esta sustancia nos pone en alerta ante el peligro inminente o situaciones que son riesgosas. Antiguamente pudo haber sido salir a cazar un animal grande para la tribu, hoy en día es debido al bombardeo de malas noticias y la inseguridad que nos provocan toda la información cruzada que recibimos. Para mi, en particular es el manejar, pues es una actividad que no me gusta hacer, ya que el caótico tráfico de Panamá me obliga a estar alerta con todos los sentidos de mi cuerpo.
Como actualmente vivimos bajo esta presión constante, nuestro organismo y sistemas están funcionando de manera alterada. Es por esto que muchas personas presentan problemas para dormir, estomacales, carácter irritable, hipersensibles, etc. Cada cuerpo se puede expresar de diferente manera para decirnos “¡hey, no estoy bien, necesitamos canalizar todo lo que está pasando a nuestro alrededor de alguna manera!”.
¿Cómo canalizamos nuestra energía?
Lo hacemos distrayéndonos con una película o un libro, haciendo ejercicios, modificando nuestra dieta, poniéndonos en contacto con la naturaleza, haciendo yoga y todo lo que se nos ocurra para ayudarnos a volver a nuestro centro. Yo lo que hago es leer, salir a caminar cuando puedo, que no es muy seguido y a diario usar mis aceites esenciales.
Ya sean las mezclas preparadas que nos ofrece doTERRA o los aceites esenciales puros, en mi rutina diaria siempre están presentes el Balance y el Adaptiv para comenzar el día. A lo largo de la jornada me los aplico según sea necesario, tomo unas respiraciones profundas y continúo con mis labores. El aceite de Copaiba es básico y lo amo, ingiero una gota antes de salir de la casa. Me ayuda a mantener mi sistema nervioso, aplaca la ansiedad y apoya mi sistema inmune. Es una resina tan noble que los aborígenes del amazonas lo llamaban el árbol que cura.
Por la noche y después de una ducha relajante pero corta, porque debemos cuidar el agua y a nuestro planeta, vuelvo a recurrir al poder de mis aceites esenciales. Me aplico Serenity para conciliar el sueño y que sea reparador. Vuelvo a tomar Copaiba y uso la mezcla OnGuard para reforzar mi sistema inmune mientras descanso.
Les cuento que desde antes de la pandemia, hemos estado con esta rutina, un poco de ejercicio y cenas saludables, y en mi familia nadie se ha resfriado. Yo no necesito más pruebas de lo efectivos que son.
Un abrazo, Maestra-Esencial.
Related Posts
- ¿Qué son los aceites esenciales?
Antes de conocer qué son los aceites esenciales, es importante saber que estos han sido…
- 4 buenas razones para comprar aceites esenciales puros
Son muy pocas las marcas de aceites esenciales puros, doTERRA maneja altos estándares de calidad…
- Ya empezó la increíble promo BOGO de aceites esenciales doTERRA.
Todos los días de la semana, estará la buenísima promoción BOGO doTERRA, compra 6 y…