…siempre me han parecido unos organismos maravillosos. Nos dan sus frutos, purifican el aire que no dejamos de contaminar, son el refugio de muchos animales, protegen la tierra de la erosión, etc. Además, cuando tenemos la fortuna de poder internarnos en un bosque, se puede respirar la paz que muchas veces nos es esquiva en la ciudad. Nos conectan con la esencia básica de la vida y nos permiten darnos cuenta de lo importante que es tener los pies en la tierra.
Los aceites esenciales de maderas, de una u otra manera, nos hacen sentir las mismas sensaciones. Conectan nuestro ser interior con el bosque, nos dan calma y relajan. Además, la mayoría de ellos nos ayudan a combatir infecciones por sus propiedades anti bacterianas y son excelentes para nuestra piel por ser regenerativos y astringentes.