En mi experiencia como psicopedagoga y de muchos años atendiendo a niños, niñas y adolescentes con Diferencias de Aprendizaje, me he encontrado con familias, tipos de padres y estilos de crianza variados.
Si bien estos “modelos” generalmente han sido un factor de gran ayuda para la eficacia de mi trabajo, algunos se han constituido en un importante obstáculo para obtener buenos resultados en el tratamiento de los problemas de aprendizaje de su hijo o hija.
La American Psychological Association define cuatro tipos de padres: autoritarios, con autoridad, permisivos y pasivos. Sin embargo, en mi opinión es complejo definirlas, ya que quienes forman la familia son siempre un mundo individual e independiente. Y como llevo bastantes años de circo, aquí les va mi propio listado de tipos de papás… y al que le quede la manta, que se la ponga:
Padres trabajólicos
Generalmente, estos padres dejan a sus sustitutos decisiones tan importantes como el tipo de alimentación, vestimenta, acompañamiento en los deberes de los niños y enseñanza de modales. Además, se relacionan poco emocionalmente con ellos, supliendo la falta de tiempo con regalos caros, comprando todo lo que les piden o, una vez al año, llevándolos de vacaciones a algún all inclusive, donde no tengan que hacerse cargo de ellos.
Los padres trabajólicos ejercen un cierto abandono psicológico sobre sus hijos, pues aunque muchos podrán decir “a mis hijos no les falta nada”, su relación con ellos carece de lo más importante que es el cariño y la atención que necesitan.
Padres consentidores
Son padres que viven en un mundo paralelo, están convencidos que su hijo o hija es el mejor y más inteligente. Si se saca una nota baja, la culpa es del profesor que no sabe explicar. Si se porta mal, fue el amigo que lo obligó, pues su hijo no hizo nada.
Los padres consentidores permanentemente justifican las acciones de sus hijos y les allanan el camino, para que no les cueste ningún tipo de esfuerzo conseguir las cosas, ya sea en lo académico o en lo personal, formando niños y niñas dependientes de ellos, abusadoras, mandonas y maleducadas.
Helipadres
Son los que controlan la existencia de sus hijos en todos los sentidos, como un helicóptero, están siempre girando alrededor de ellos, sobre protegiéndolos y decidiendo lo que harán o no, con quienes jugarán o quienes serán sus amigos, qué ropa deben usar, que clases extra programáticas tienen que tomar, qué y cuánto comer, etc.
Con esta crianza ahogante, estos tipos de padres generalmente tienden a formar hijos inseguros y muy dependientes, llevándolos a creer que no son capaces de tomar ninguna decisión por su cuenta.
Padres permisivos
Son aquellos que no ponen ningún límite en casa, son amigos de sus hijos y dejan a ellos tomar todas las decisiones, dándoles libertad y responsabilidades cuando no están preparados para asumirlas. Este tipo de padre raya en la negligencia y considera que sus actos no tienen consecuencias negativas, ni le provocan dilemas morales. Pueden ser padres muy cariñosos, pero que tampoco se hacen cargo de su paternidad y de lo que implica, evadiendo la responsabilidad de guiar y poner límites a las acciones de sus hijos, quienes crecerán siendo impulsivos, rebeldes, dominantes y agresivos, con poco auto control, baja autoestima y sin motivación para realizarse con éxito.
Tiranopadres
Estos tipos de padres suelen ser muy rígidos con su pensamiento e hiper controladores. A diferencia de los helipadres, que también controlan y dirigen la vida de sus hijos, exigen éxito académico o deportivo, pues estos deben destacar en lo que hagan. Siempre les recuerdan lo difícil que es ser padres y cuánto les cuesta, pueden aplicar castigos físicos o ejercer maltrato psicológico y suelen juzgar a los amigos de estos. Las normas de convivencia en casa son rígidas, manteniendo una comunicación fría y jerárquica, que tiende a minimizar la existencia de sus hijos, haciéndolos temperamentales, aprensivos, temerosos, malhumorados, con tendencia al estrés, infelices y con baja autoestima.
Padres inconsistentes
Son los típicos papás que pasan creando reglas que al tercer día ya no se aplicarán, prometen castigos drásticos y nunca los cumplen, advirtiendo de las penas del infierno, sin la intención de aplicar ninguna sanción. Si tienen más de un hijo, las reglas varían para una u otro dependiendo del día o mes del año. Debido a la inexistencia de certeza de castigo, permiten que sus hijos se les suban a la cabeza, generando ambientes familiares caóticos, en los que imperan los gritos y las amenazas. Generalmente los hijos de estos padres tienden a tener baja autoestima y poca confianza en sí mismos, buscando a veces, modelos inapropiados a seguir, para sustituir a sus padres negligentes.
Padres justos
Son aquellos que oyen y respetan a sus hijos, a medida que crecen les dan el espacio y las responsabilidades que pueden asumir. Siempre están presentes y comparten con ellos, ponen reglas y límites que se cumplen, pues de no hacerlo hay consecuencias establecidas. Ellos están en las buenas y en las malas, incentivando el diálogo y el razonamiento. Demuestran su afecto y les gusta pasar tiempo de calidad con sus hijos. Esta forma de ser de los padres tiende a formar niños y niñas amistosos, enérgicos, capaces de hacer las cosas solos, con alta curiosidad, buen control, cooperadores y más aptos al éxito.
Mi esposo y yo nos reconocemos como el tipo de padres justos, es por ello que con orgullo puedo decir que somos una familia relajada y divertida. Nuestros hijos son personas abiertas y con alta autoestima y confianza en sí mismos, pues han crecido en un ambiente con libertad pero también con límites y cada vez que ellos los han sobrepasado, han tenido sus consecuencias.
Te invito a reflexionar acerca de qué tipo de padre o madre eres.
Atentamente, Maestra Esencial.
